MEDIOS TÁCTICOS GRUPALES DEFENSIVOS
Preparatorios dispositivos o inmediatos como punto de partida de la actividad (reparto de tareas):
– Implica colocación o ubicación ideal para poder afrontar de la forma más equilibrada posible los problemas que cada oponente puede plantear.
– Ocupación de lugares ventajosos en el terreno de juego en función del espacio o puesto específico que ocupa cada oponente, sus distancias eficaces, la zona donde se encuentre el balón, el posicionamiento defensivo empleado, la fase del juego, etc.
No es posible sincronizar acciones de grupos en el espacio y tiempo adecuado, si no se han establecido en el instante de la pérdida del balón estas responsabilidades, que no son siempre las mismas, puesto que dependen del lugar en que se encuentre cada jugador en el momento de la pérdida del balón, así como del sistema defensivo elegido en cada momento, los cambios de jugadores realizados tanto en defensa como en ataque, etc.
Preventivos o simples para dinamizar las intervenciones y estar preparado, en movimiento, para actuar ante las iniciativas atacantes con mayor velocidad, pues como es sabido, un cuerpo estático requiere mucho más tiempo para reaccionar ante cualquier estímulo
Su objetivo fundamental es la protección de la portería y que todo equipo necesita de manera imprescindible realizar para iniciar y desarrollar con el mínimo nivel de eficacia su actividad.
Los más característicos:
La basculación supone el movimiento colectivo de todos los jugadores hacia la zona donde el balón se está desplazando por circulación correspondiente del equipo atacante.
La cobertura del espacio específico donde el balón se encuentra en cada momento de juego, formando el llamado triángulo defensivo.
Son medios tácticos que interactúan de forma casi inseparable.
Reactivos como reacción o respuesta ante las acciones de iniciativa del atacante sin o con balón y ante la variedad de coordinaciones grupales y colectivas que pueden realizar. Está basada en contrarrestar los medios tácticos que el grupo de atacantes ha emprendido, intentando anularlos o reducir su eficacia, pero asumiendo que la iniciativa corresponde al equipo poseedor del balón.
Los más característicos:
El doblaje o permuta supone la intervención del compañero colindante de un defensor que ha sido superado por su oponente directo, doblando las funciones de marcaje correspondientes que el compañero no ha podido cumplir en su duelo directo; se produce necesariamente después de una basculación previa y la cobertura correspondiente.
El cambio de oponente parte del principio de conservación de la propia zona o puesto específico, en aras de una mayor eficacia individual y colectiva, y se produce como consecuencia de los cambios de espacios de los atacantes en sus circulaciones, cruces, cortinas o permutas de puestos.
Los deslizamientos, defensa de la paralela y la diagonal, o cambios de puestos específicos defensivos momentáneos supone un cambio de puesto específico defensivo momentáneo, que se deriva de la misma circunstancia anterior, pero en términos generales cuando los defensores correspondientes no han podido situarse en la misma línea y se encuentran escalonados entre sí, lo que dificulta en buena medida la realización del cambio de oponente.
El contrabloqueo es la respuesta ante los bloqueos, que en muchas ocasiones conlleva un cambio de oponente, pero no en todas las situaciones, dependiendo del bloqueo realizado, y exige una actividad técnica especialmente difícil que lo hace diferente del simple cambio de oponente.
La defensa ante el pase y va como su nombre indica, es la reacción coordinada defensiva cuando los atacantes intentan un pase y va.
La barrera dinámica o móvil aparece cuando la primera línea defensiva formada por dos jugadores actúa acercándose al lanzador o pasador para interceptar el envío del balón, neutralizándole todas las trayectorias que supongan peligro inminente para nuestra portería.
La colaboración portero-defensa esta cooperación en la distribución de espacios y sobre todo la que implica el defensor con el guardameta para que el atacante no consiga ángulos de tiro factibles. Que el cancerbero sepa organizar su defensa es vital. También hay que hacer entender al defensa que es el primer portero del equipo.
Activos o despliegue supone asumir la iniciativa defensiva, intentando anticiparse ante las acciones posibles y previsibles del atacante con o sin balón provocando con ello reacciones no deseables o incómodas para los atacantes.
Esta iniciativa se emprende por medio de:
– Intenciones tácticas individuales de grupos de jugadores coordinados entre sí, de tal forma que:
o Se bloqueen iniciativas atacantes.
o Se oriente el peligro hacia otros espacios.
o Se altere el ritmo de juego y de circulación del balón.
Su objetivo se centra fundamentalmente en la recuperación del balón.
Como es fácil deducir, éstos conllevan un mayor riesgo y obligatoriamente exigen el dominio de los anteriores para poder llevarlos a cabo con eficacia, pues durante su desarrollo en el juego es necesario realizar de forma previa y posterior los que hemos llamado medios reactivos. De alguna forma, estos medios tácticos vienen reflejados por dos funciones:
– La expresión defensa: rechazo o protección para impedir goles
– La expresión ataque: apoderarse del balón.
Esta última función se da en este grupo en el que se encuentran:
La flotación un jugador está alternando sistemáticamente sus intervenciones en dos puestos específicos, realizándolo de forma sorpresiva y creando permanente incertidumbre a los respectivos oponentes, lo que conlleva los ajustes correspondientes de sus compañeros defensores implicados.
El ataque al impar o defensa de salto: determinados defensores atacan a sus oponentes no directos aprovechándose del hecho de encontrarse fuera del campo visual.
El dos contra uno (par defensivo) o trap (trampa o cerco) provoca una situación momentánea de superioridad numérica simple en un puesto o espacio previamente determinado, que se corresponde con un jugador atacante concreto.
Los grupos de medios tácticos no pueden ser interpretados como compartimentos estancos, se desarrollan en interacción unos con otros, siendo por lo tanto interdependientes, al igual que sucede con los medios de ataque, de tal forma que para utilizar unos, es imprescindible el dominio previo de los otros. Aunque en algún caso puedan actuar con cierta independencia, en la mayor parte de los casos su interdependencia es absoluta. El conocimiento y dominio de unos es condición indispensable para el empleo de los de nivel jerárquico superior.
Un ejemplo de interrelación sería: La cobertura sólo es posible si ha habido una basculación previa de los defensores implicados para así poder proteger adecuadamente el espacio por detrás del defensor que ha salido sobre el oponente con balón.
Aunque en sus comienzos la actividad defensiva en nuestro futsal se caracterizaba por adoptar respuestas pasivas o reactivas ante las acciones de los atacantes, el futsal actual exige cada vez más actitudes activas y tomas de iniciativa constantes por parte de todos los defensores, intentando romper con anticipación las coordinaciones que los oponentes tienen la intención de cumplir, y obligándolos a intervenir con acciones incómodas o soluciones tácticas no siempre dominadas.
Un ejemplo de correspondencia entre medios ofensivos-defensivos: La circulación de balón es el siguiente medio simple que los atacantes ponen de manifiesto que se contrarresta con la basculación adecuada en la misma dirección y sentido del balón, unido a la cobertura correspondiente de las sucesivas zonas de peligrosidad.
Niveles en la formación defensiva según el proceso de enseñanza va avanzando y que derivan en la aparición de los diferentes niveles jerárquicos de medios tácticos defensivos.
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